6 de noviembre de 2023

Hablemos de salud mental

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“A menudo llegan personas a consulta que sufren muchísimo por su vida  y han pospuesto llegar a terapia porque “no me pasa nada grave” y “tengo de todo en mi vida y aun así no estoy bien” . Si tuvieras una molestia física que te afectase en el desempeño de tu día a día ¿Cuánto tiempo tardarías en ir al médico a revisar qué pasa?

Con la salud mental pasa similar, hay veces que presuponemos que la salud mental es algo muy grande y grave, suenan palabras imponentes “depresión”, “anorexia”, “suicidio”, “esquizofrenia”…y que se reconoce por el diagnóstico, por la etiqueta que te ponen. Tal vez podamos pensar en el síntoma, en el dolor concreto de la persona sin meterlo en ninguna categoría, dándole un lugar a ese sufrimiento para ser escuchado.

Imágen hablemos de salud mental - Grupo de personas que han llegado a la cima haciendo una ruta terapéutica

Salud mental también es:

El sufrimiento que te genera sentirte solo, pensar que el otro no te quiere, que no eres valioso. 

Es sentirte raro, que no encajas, que no formas parte de nada.

Es la voz crítica que te insulta y te denigra cuando fallas o no logras algo en el trabajo.

La angustia que sientes en el trabajo, porque no te gusta, porque no te sientes valorado.

Es vivir a dos mil, correr, seguir corriendo, pasar por la vida de puntillas sin poder parar a reconducir el rumbo.

Salud mental es el miedo a la intimidad, al encuentro con el otro y perderse en ello, que se desdibujan los límites entre el yo y el tú.

Por lo tanto la salud mental nos duele a todos, más o menos, pero pareciera que solo le hacemos un espacio, llamamos por su nombre y pedimos ayuda cuando nos incapacita completamente y arrasa con todas las áreas de nuestra vida. 

Pedir ayuda es de valientes pues luego el camino lo tienes que recorrer tú, elegir dónde quieres ir de qué manera quieres caminar por la vida, por eso puede”